
Llega el mes de agosto y muchos de nosotros haremos vacaciones y nuestra pareja, también, algunos en seguida pueden pensar: ¡Oh qué bien! ¡Por fin tendré tiempo para estar con él unos días! Y otros pensaran: ¡Oh my God! Y yo que pedí las vacaciones en septiembre para no coincidir con Manolo!.
Ya vemos que para gustos, colores, pero bromas a parte, el índice más alto de separaciones y divorcios en España, es en el mes de septiembre. ¿Por qué será?
Pues, pueden haber varias razones: nos pasamos todo el año trabajando todo el día y solemos llegar muy tarde a casa, cansados y con ganas de cenar y poco más, después llega el fin de semana, pero aún que puede ser un tiempo que compartamos con nuestra media naranja, la realidad es que por número de horas, el mes de agosto pasamos más de 740 en pareja. Es decir, muchas horas, si le restamos las 8 horas de dormir, son 496 horas que pasaremos despiertos con nuestro compañero/a el mes de agosto.
Así, que tenemos que estar compartiendo con nuestra pareja todo este tiempo, no os asustéis, ante todo mucha calma y también os aconsejo que respiréis a fondo y contéis hasta 10 antes de empezar una pelea o verbalizar una queja, tipo: A mi me gustaría ir a Cádiz de vacaciones cariño, a la playa y tu en cambio, quieres ir a Finlandia, con el frío que hace allí.
Si este tipo de situaciones os suenan familiares por estas fechas, que yo creo que sí, tenéis dos opciones:
Hablar con vuestra pareja e intentarla convencerla de que vaya a Cádiz
O renunciar vosotros a Cadiz e iros a Finlandia o bien, encontrar un término medio, tipo Asturias o Galicia.
A lo que me vengo a referir, es que, estos días en el que pasamos más tiempo con nuestro compañero/a, esto implica el hecho de tener que tomar más decisiones en común: destino de las vacaciones, medio de transporte, actividades a realizar, etc.
Este tipo de situaciones pueden producir más de uno y dos enfrentamientos de opiniones entre la pareja, para poder evitar este tipo de discusiones os recomendamos lo siguiente:
– Intentar mantener una charla tranquila del destino de vacaciones en un momento en el que podáis salir a tomar algo fuera de casa, el hecho de estar en un terreno «neutro» y relajado como puede ser la terracita de un bar o vuestra cafetería preferida, hará que estéis más de buen humor y receptivos a las propuestas de vuestra pareja y/o bien a la inversa.
– Cuando queráis argumentar algún lugar para ir de vacaciones o bien lo que os gustaría hacer allí, poner ejemplos de lo bien que os lo podéis pasar juntos haciendo un «rafting en el Pirineo catalán» y si no lo convencéis, pensar en «negociar», si, si, negociar con vuestra pareja, que si os acompaña a esta actividad de deporte, después lo invitaréis a una barbacoa en Lérida, por ejemplo. Es lo que en el lenguaje de negocios se llama el «win to win», es decir, que las dos partes lleguen a un acuerdo favorable para los dos, pues en este caso, lo mismo.
No os quiero a incitar a que penséis que la relación de pareja es un negocio, pero si que este tipo de estrategias como el «win to win», pueden evitarnos una posible discusión.
Y os preguntáreis: ¿Por qué nos recomiendas utilizar técnicas de negociación para escoger el destino de las vacaciones?
Pues, sencillamente, por que al aplicar un tipo de recurso externo, obvio, por otro lado, como es el que los dos os sintáis satisfechos por haber conseguido vuestro objetivo (vosotras ir a hacer rafting y él, la barbacoa), nos hace ser más objetivos y ver el hecho de tener que llegar a un acuerdo, como algo no tan «personal» y también nos puede llevar a ser más empáticos con nuestra pareja, es decir, ponernos en su lugar y poder no ser muy exigentes si tenemos que hacer algunas concesiones.
La empatía y la escucha activa, es decir, estar realmente, atentos, cuando nuestra pareja nos esté hablando sobre si ir a Finlandia y no a Cádiz, son dos cosas que nos ayudarán a evitar una discusión, pensar cuando tu pareja te dice que hace 5 años que eres tú quien escoge el lugar de vacaciones y que ya le toca a él, el hecho de entender como se puede sentir él ahora, si somos nosotras quien otra vez, este año, nos salimos con la nuestra. Tenemos que pensar, en la gran frustración que podemos generar a nuestro compañero, lo que ya podría ser el inicio de unas vacaciones con «mal pie».
Tampoco hace falta que todas las actividades o bien ir de vacaciones, se tenga que hacer en pareja, es decir, también nos podemos plantear la opción de que si finalmente, a mi pareja no la he convencido para ir a Cádiz, pues me voy yo sola o con los niños una semanita a Andalucía y ya está. Pero, quizás, no nos podemos permitir, dividir el presupuesto de las vacaciones para dos viajes, no está el horno para bollos, hoy en día.
Pues si al final, vamos a Finlandia, intentamos que allí, vayamos a hacer o visitar sitios de nuestro interés, esa librería o cafetería que nos recomienda la guía de viajes, por ejemplo.
Con todo lo que os he comentado, me vengo a referir, que palabras como: tolerancia, flexibilidad, empata, escucha activa, relajación, respiración, generosidad, alegría e ilusión, seria bueno a tenerlas en cuenta estos días de vacaciones y aplicarlas durante las casi 750 horas que pasaremos con nuestra pareja y niños si tenéis, este mes de agosto.
Así, que para finalizar este artículo, mientras lo leéis me gustaría que escucharais la siguiente canción, será la banda sonora de este artículo, la canción «Yo soy un loco» de Andrés Calamaro.
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